jueves, 24 de noviembre de 2016

CUANDO LA HAMBURGUESA SE CONVIERTE EN UNA OBRA DE ARTE


Bien saben que no soy partidario de escribir de los “fast food” en esta columna. Pero lógicamente hay excepciones, este es el caso del nuevo local colombiano en Santa Cruz llamado “La Gaira”, que se presentó oficialmente en el evento gastronómico “Street Food” y  se encuentra detrás de  KTM en el canal Isuto, donde han convertido la hamburguesa en una obra de arte.

Si hace unos meses, Mac Donalds hacia un convenio para que grandes Chef de estrella Michelin rediseñarán el concepto Burger. Ahora me encuentro en un rincón de Santa Cruz un “loco”  llamado Álvaro que nos trae unas fórmulas magistrales “colochas”, para convertir la hamburguesa en una obra de arte.

El secreto está en el pan, en la carne el queso y sobre todo la forma y manera de acoplar todos los elementos en uno, dando unas texturas y sabores únicos y haciendo la hamburguesa tan ligera que por grande que sea vas a por la segunda.

Bien perpetrado de cervezas internacionales y locales para acompañar los platos paisas, hay más sorpresas de alta enjundia, como  las costillas de chancho ahumadas “para (no) chuparse los dedos” pues te la sirven con guantes para comer con la mano y no ensuciarse; o el “Perro Guaira de Viena la salchicha con cebolla, tocino y salsa de piña.

Y como no un restaurante Colombiano tiene que tener Arepas con su masa de maíz blanco y rellenas a reventar. Pero una de las cosas que más me gustó además de las hamburguesas fue el cubito de cebiche de camarón “entomatado” picante que a mi parecer con lleva unos toques de cilandro.

En definitiva “La Gaira” es un rincón lindo con gente buena alegre y acogedora, igual que su país, en este local y  parafraseando  el lema colombiano de marca país ; “el riesgo es que quieras repetir”.


EN EL PAPEL:


viernes, 18 de noviembre de 2016

CASI CON LOS PIES EN EL AGUA


Lo primero que se me ocurrió es quitarme los zapatos para hundir los pies en la arena y juguetear con el agua del mar mientras iba creciendo la marea.
Efectivamente “Marea”, te lleva a la sensación de un chiringuito de mar cinco estrellas donde principalmente uno está a gusto compartiendo con sus amigos tomando variadas marcas de cervezas y hilando la charla entre picada y picada.
Con una muy buena atención, que es un sello de calidad de la casa, tanto en la Monseñor como en el bulevar del Mall Ventura, “Marea” es sinónimo de la calidad en el producto de tierra y mar que le ofrecen en este establecimiento que ya lleva más de diez años en Santa Cruz.
Lo típico es pedir una picaña de res con yuca o unos tropezones de calamares rebozados. Después hay un poco de todo desde una ensalada a paellas o bien carne y pescado en sus diversas formas. Con una fórmula de éxito, no es un restaurante no es un bar, pero se come como en un restaurante y toma como en un bar.
Por tanto es un lugar de tertulia, vistas al “mar” de cosas que pasan frente a su terraza cunado sentado con tos amigos quieres disfrutar dela tertulia y el placer de buen comer y beber.
A “Marea” podemos definirla como un local que tiene una cocina honesta, preparan las cosas con rapidez, habilidad, cantidad y lo que es más importante con buen sabor. Y todo en un ambiente muy relajante y descontraído  y con un respeto exquisito hacia el  cliente.
Por eso no es de extrañar que a los pocos minutos de estar en “Marea” usted quiera quitarse los zapatos palpar la arena de la playa y esperar que suba la marea para chapotear con el agua salada y esperar que un pequeño pulpo se le enrede en sus pies; y no estamos en el mediterráneo estamos en Bolivia uno de los pocos países que no tiene mar.

LEER EN PAPEL:





jueves, 10 de noviembre de 2016

TERRAMAR PARA NO FALLAR


Para comida estilo español, en un ambiente sencillo, y con sabores muy buenos casi auténticos del mediterráneo, tenemos en Santa Cruz un local donde nunca sales defraudado.
Con  una terraza  con vistas a la Monseñor Rivero es el sitio ideal para comer rico y sin complicaciones al estilo hispano sobre todo en la noche cuando las tensiones del tráfico se rebajan.
La atención de los camareros es buena y saben de la profesión. Bien atendido y con un carta muy completa es un restaurante para disfrutar comiendo, y sales con la alegría de haber pagado lo justo.
Modestamente lleva el nombre de Taberna pero podría llamarse el gran restaurante Terramar que si bien el local es chico, es grande en su calidad, calidez y cantidad tres “ces” que se destacan en la Taberna Terramar.
Además de lo típico español le ofrecen ensaladas tropicales, en empanadas estilo argentino  de queso, jamón y choclo, pollo, charque, palmito con queso o  camarones, el ceviche peruano, moqueca brasileña, y paella -que personalmente le llamo Camba-  pues así les gusta a los cruceños con muchos camarones. ...
Con 15 años sirviendo en Santa Cruz, Terramar tiene también menús ejecutivos para el medio día;  sirva de ejemplo este: Sopita de maní, Pescado o Lomo de res a la plancha Buffet de guarniciones, refrescos frutales y postre.
Personalmente me anoto para cenar una picadita compuesta por  calamares a la romana,  croquetas de pollo y  tomates secos con olivas negras.  Y si hace frio un buen vino caliente con la sopa de pan y vino con queso al horno te quita el hipo, y el famoso pan cantero relleno con tres quesos nunca defrauda.  Si hace calor vayamos con una sangría, ensaladas y unas brochetas.
Taberna Terramar un lugar seguro para no fallar.

LEER EN PAPEL:






jueves, 3 de noviembre de 2016

GOURMET PLUS


Si en Santa Cruz tuviéramos un restaurante con lo que se sirve en el palacio de Versalles, para cenar comenzaríamos con una sopa.
A partir de próximo enero, si viajamos a Francia podemos cenar en el Palacio de Versalles por 40 euros, con  el  aura real  del menaje de la Antigua Fábrica de Limoges, la cristalería artesanal, la cubertería de plata, mantelería bordada de hilo e incluso los camareros –ataviados con librea de época- para convertir la cita en una experiencia gastronómica.
El menú comenzaría con una sopa, no con una sopa de maní, sino de gambas y crustáceos, luego  alcachofas con lentejas del huerto de Versalles y trufa blanca, le seguirían  croquetas de pies de rana, vieiras y caviar, foie gras roti, el bouchée a la Reina (un plato clásico francés hecho con pollo, setas y salsa bechamel) o un sorbete de agua de rosas.
Unas tres horas de cena regadas, obviamente, con Dom Pérignon P2 1998 y Dom Pérignon P2 Rosé 1996, servido a diferentes temperaturas para subrayar su mineralidad, su intensidad y su precisión.
Consejos para paladares principiantes en este tipo de cenas. La mejor temperatura para beber su champán son los 11-12 grados no lo hagan con copa de flauta allí se lo servirán con copa ancha para que ayude  a su expansión en la boca y apreciar mejor el champán, de la otra manera lo primero que toca es la punta de la lengua.
Nos comentan que el menú evolucionará dependiendo de las estaciones y de los gustos de los comensales, que para eso el cliente manda. Pero no todos podrán comer como reyes: solo se realizarán para un mínimo de dos personas y un máximo de 80 bajo reserva previa.

Lo que pasa en Versalles con la reproducción del espíritu de las cenas reales no se va a reproducir en ningún otro sitio.  Al igual que en esta cena real, los restaurantes en Santa Cruz tenemos que buscar experiencias donde cada restaurant sea único.

LEER EN PAPEL: