martes, 12 de febrero de 2019

MAS ALLA DEL 6° ANILLO


El otro día un amigo me soplo las narices y me dijo que era un “pijoponcho” pues sólo iba a restaurantes top para hacer mis crónicas. Yo le espeté una fresca y le dije que esperara la próxima columna.
Me fui cerca de la Villa 1° de mayo allá en el Barrio de San isidro donde la Radial 10 cruza la 16 de julio a cien metros la primera calle a la derecha la calle 1 , todavía de tierra , a cien metros debajo de una palmeras esta el Restaurante HUARI un oasis de la comida cochabambina para 500 comensales.
Al contrario que todos los restaurantes solo abren lunes y martes de 12 del medio día a 3 de la madrugada con un extra los martes por noche donde la orquesta en directo suena a todo trapo.
No querías caldo, querido amigo Pablo pues dos tazas. Para empezar caldo de hueso de res con huevo y mote huilcaparu o sopa de Patatitas de cordero también con huevo como mandan los cánones.
No hay lugar en Santa Cruz igual que HUARI para degustar la autentica genuina y verdadera gastronomía cochala de antaño.
Lo primero es el producto, 100 % traído todos los domingos desde la mismísima Cochabamba. Una vez dentro, en la cocina empieza la selección limpieza y elaboración. Pues como bien saben los expertos en la materia de la comida regional de la Llatja algunos platos requieren 24 horas.
Para que nadie se escandalice y con el fin de poder hacer la columna perfecta y que no falte ni un ápice seleccione 11 poquitos de los grandes platos y para que todo rime con el nombre del restaurante lo mojamos con dos botellones de cerveza Huari.
Ni decir tiene que todo fue muy autentico con unos sabores texturas y aromas indescriptibles que si estos platos con delicadeza y hermosura se sirvieran en Equipetrol estuviéramos ahora hablando de la Nouvelle Cuisine Cochala.
A modo de alineación de la final de Libertadores los platos se colocaron de la siguiente manera, En la portería La Sopa de patas de cordero, luego matabre crujiente, colita de res y lapi en la defensa, en media charque crujiente, ensalada de chuño con huevo, quesillo de la Llatja. Delante la planchita de res con chuleta de chancho, jamón, queso chorizo y huevo a la plancha. Y para rematar sacaron excepcionalmente una fejioada pues la hija de la dueña vive en Brasil.
En el banquillo se quedaron entre otros el famoso pique macho por lesión. O sea que he ganado la apuesta y la copa Libertadores de la Gastronomía.

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