La dieta mediterránea, tal como
les comenté en anteriores artículos, es un patrón alimentario referente en todo
el mundo en comida saludable.
El menú es muy conocido: un
consumo reducido de carnes, especialmente evitar las rojas y procesadas,
prefiriéndose el consumo de pescado y, en todo caso, el huevo o la carne de
ave. La mantequilla, la nata o la crema, y sus derivados, se sustituyen por el aceite
de oliva virgen extra. Ensalas, verduras, y de postre, fruta, algo de queso
y pan integral en vez de pan blanco.
Por otro lado hay que poner un
especial énfasis en la calidad de la preparación de los platos, en vez de comer
inmensas cantidades o buscar los hartazgos de comida, la frugalidad y la
moderación son la clave para cumplir con los pocos requisitos que exige esta
dieta.
Queda demostrado que los grupos
que consumían la dieta mediterránea se reducen significativamente la tasa de
enfermedad cardiovascular principal infarto de miocardio, accidente
cerebrovascular o muerte cardiovascular en un 30%.
Por otra parte, cuando se
consideran en su conjunto los numerosos estudios que se han realizado ya sobre
la dieta mediterránea en múltiples países, puede concluirse sin miedo a
exagerar que no hay otro patrón de dieta con una evidencia de beneficio
cardiovascular y frente al cáncer tan fuerte y tan sólidamente fundada.
Platos de dieta mediterránea que
podemos comer aquí en Santa Cruz en varios restaurantes como Zanella. Gazpacho:
Sopa bien fría a base de tomate y otras verduras crudas, originaria de España
meridional. Paella, Bruschetta: Plato típico italiano que consiste en pan
tostado con aceite de oliva, acompañado de varios ingredientes como tomate, albahaca,
ajo, berenjena, alcachofas y queso. Chips de berenjena y alcachofas rebozadas, A
menudo se sirve como aperitivo.
Y Pasta con todo tipo de salsas
en Michelangelo que acaba de ser reconocido como “Restaurante recomendado por
la Accademia della Cucina Italiana de la Societá Dante Aligheiri” como al pesto: salsa elaborada a base de hierbas
frescas (Ej.albahaca, espinaca, rúcula) y aceite de oliva, y que suele incluir
ajo, frutos secos (nueces, piñones, almendras) y queso parmesano. iempre un
poco de vino tinto
Queremos dejar patente la
importancia de seguir la Dieta Mediterránea tradicional, porque los estudios
demuestran que verdaderamente cuanto mejor se come, más nos beneficiamos a
nosotros mismos.
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