Si alguna vez ha soñado cenar en
las nubes, hágame caso y siga mis recomendaciones en esta columna. Váyase a la
San Martín se para a una torre que hay junto al Fidalga, entre y suba al
ascensor pulse el botón del “Roof” después del 11.
Como en las películas se abrirán
a la par las dos hojas de la puerta del ascensor, a su derecha quedará el
sillón decimonónico plateado y azul de
un metro y ochenta, al fondo una soberbia mesa de paquió de cuatro metros ochenta.
Todo rodeado por inmensos ventales y a tus pies, la milla de oro de Santa Cruz,
Equipetrol norte y los soberbios edificios empresariales, y en lontananza el
Urubó.
Este es lo primero que te
encuentras al entrar en el restaurante “Roof” del Hotel Hamptom by Hilton de
Santa Cruz, un lugar único para degustar una buena velada, en uno de los
mejores Gastro-hoteles de nuestra, ciudad dirigido por el Chef Pablo Zumar.
Es ideal para reuniones
empresariales ya sea en almuerzos o desayunos, un buen lugar para compañías
discretas y la firma de grandes acuerdos, un ambiente acorde para aperitivo
largo, comida lenta y postre caprichoso con la tertulia muy cerca la luna, donde a tus pies
se mueven los sueños del resto de los mortales y vos sos como almirante que
domina los mares.
En un ambiente así les recomiendo
que para comenzar que se pida unos huevos Romanov con caviar rojo y negro,
luego ya que tenemos la línea salada marcada en este horizonte gourmet, podemos
seguir con un salmón a término medio cocido lentamente acompañado de una tabule
de quínoa y yaca muy frita; todo regado con un buen vino en esta ocasión un
“Cruce del Zorro” como sé que ya se habrá terminado pues sólo se han hecho 6000
botellas, pida un “Esther Ortiz” gran reserva Petit Verdot.
Y para postre no lo dude un
zabaglione - crema muy ligera típica italiana con vino de Marsala- a la miel
con frutas del bosque. Café, muy bueno por cierto de Buenavista, relájese con
un Gin Tónic y deje correr la vista en lontananza bien para contar las
estrellas o mover con tus manos las miniaturas de los coches y hombre que están
a tus pies.
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