Michelangelo cumplió 30 años, en
un ambiente muy íntimo, en el patio del pozo y la parra medio centenar de
amigos se juntaron con Carlos Suárez y su familia para celebrar un año más de
uno de los restaurantes más longevos de Santa Cruz.
Lo iniciaron Carlos y sus dos
hermanos, al final quedo sólo Carlos y su esposa, y se han ido sumando sus 4
hijos. Realmente es un restaurante que ha recibido todos los beneplácitos de la
población cruceña, siendo de los más frecuentados y con una línea gastronómica
exigente que ha sido recompensado por el afecto del público. Su primer menú
costaba 13 Bs.-
Carlos después de una gran
experiencia en la gastronomía de Estados Unidos llegó a su tierra con una idea
clara montar un restaurante donde el cliente es el primero. Este cariño de un
corazón grande como el de Carlos, llego rápidamente a sus clientes, pero no
solo era corazón también es la calidad del producto, de la cocina que ha sido
reconocida en esta trayectoria de 30 años.
Carlos y su familia ahora les ha
dado para cambiar el branding, enterrando el barril de roble y han aprovechado
este aniversario para presentar su nuevo branding del restaurante, un bello
dibujo en blanco y negro del tradicional casón cruceño donde se alberga el
restaurante.
Esta será también la marca de los
nuevos productos; como las tradicionales salsas y otros que se comenzaran a
venderse con la marca “Michelangelo”. Ahora además de saborear la pasta con las
buenísimas salsas de Michelangelo, podremos comprar los botes de salsa y saturar
de salsa nuestros platos de pasta en casa.
Además de la manduca buscamos
cualidades de gran restauran, a este afamado local seguramente es la mejor vinacoteca de sud
américa. Cantidad y calidad de vinos, para maridar al dedillo con los platos de
una de las cartas más extensas de Santa Cruz.
Estamos en el momento
Michelangelo y hay que saber disfrutarlo.
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