Parafraseando a García Márquez
podríamos decir que “Cheruje I” ha sido la crónica de una muerte anunciada. “Ha
muerto el rey viva el rey” terminó “Cheruje I” viva “Cheruje II”.
Como dijimos en “Asuntos
pendientes” en Radio de El Deber, no soy profeta ni hijo de profeta, pero nos
atrevimos a profetizar que “Cheruje I”
iba ser un éxito y así lo ha sido, lastima de la falta de fe de sus
organizadores que pensaron en chico y este proyecto que está llamado a ser
grande… muy grande.
En primer lugar felicidades a la
gente de Gastrocruz especialmente a Cecilia, MarKus, Jorge, Ricardo y el largo
etc. de profesionales que componen esta magnífica asociación gastronómica
cruceña, que han plantado la semilla de lo que será en un futuro la gran Feria
gastronómica de Santa Cruz y que todos esperamos.
“Cheruje” ha nacido en Noviembre
y en un garaje, como nacen los grandes proyectos, así nació Apple, Microsoft,
Google, Disney o Amazon. Este mercado gastronómico de Santa Cruz donde como
dice el refrán del evento “donde comemos de todo” ha sido un éxito; y ha muerto de éxito y dentro de seis meses
tiene que renacer, para estar entre las grandes citas gastronómicas de
Latinoamérica. Sólo es cuestión de fe.
Si “Miztura” es lo que es,
“Cheruje” será lo que tiene que ser, pues tenemos materia prima – y no me
refiero a los súper alimentos bolivianos que también empujaron en este
proyecto- me refiero a la calidad y cantidad de chef jóvenes y con proyección
súper innovadora, creativa y profesional de los fogones, que tenemos en nuestra
tierra. Por eso no dudo, que estamos ya hablando de uno de los grandes eventos
de futuro.
La verdad que de esta primera
edición de “Cheruje” puedo decir más bien poco, llegue a las 13:30 y casi todo
estaba agotado, hasta los tickets, las más de 100 raciones multiplicadas por
los 25 stands de los restaurantes participantes se fulminaron en menos de dos
horas, solo alcance al último taco de chancho del catering de Silvia Galacho y
al chancho al barro del restaurante Dossier. Al pisar el coqueto stand de La
Suisse mi amigo Roberto me decía que acaba de servir su última ración. Eso si
no sé de dónde me sacaron una ración de Quinoa buenísima que me comí
lamentándome no haber llegado antes.
Lo que no falto fue la nueva
cerveza Prost y los vinos de Campos de Solana el Risling y el Rose bien fríos
bajaban por la garganta como agua de los manantiales de Huaina Potosí en la
tórrida canícula cruceña, Poca cosa más, desde un punto de vista gastronómico, “Cheruje I
“murió de éxito, viva “Cheruje II”.
EN PAPEL PRENSA
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