Desde el punto de vista
gastronómico, la Navidad tiene sus características gastronómicas peculiares en
toda el orbe.
Pero si analizamos algo en común
que este dìa estará en todas las mesas es el Champagne, o conocido en el cono
sur como vino espumante. En mi tierra Cataluña, donde ahora me encuentro, se
llama cava. Pues este vino espumante, con burbujas se procesa en una cava o
subterráneo donde descansa el mosto que con doble fermentación y después de
degollar los residuos que quedan el boca de la botella sale al mercado para ser
disfrutado en estas fiestas.
El proceso de elaboración se
realiza siguiendo el método tradicional "Champenoise", fundamentado
en una segunda fermentación en botella a partir de un vino al que se le ha
añadido azúcar y levaduras.
Todo el proceso de elaboración
del cava debe tener una duración mínima de nueve meses en contacto con las lías
y siempre en la misma botella en la que tuvo lugar la segunda fermentación.
El cava normalmente es blanco pero también los tenemos rosados. El
cava blanco presentará un color amarillo de tonalidades diversas, del amarillo
pálido al amarillo paja, incluso con algún matiz verdoso.
Aquí en Santa Cruz podemos disfrutar
de excelentes espumantes argentinos, chilenos y europeos como los franceses y
en especial el famoso cava Codorniu.
Es primoroso en sus maridajes
dentro dela gastronomía navideña, ya sea con pavo, faisán, pollo o cualquier
carne al horno, el maridaje incluso puede ser horizontal es decir tomar espumante desde el principio
con las entradas, seguir con los primeros y segundos y cómo no brindar en el
postre. No hace falta ningún otro vino si uno apuesta sólo con este.
Para saber que tenemos un buen cava,
tenemos que mirar las burbujas en la copa tipo flauta y ver si estas forman lo
que se llama “Rosario” una línea de burbujitas, y que estas estén juntas sean
chicas y suban a la superficie con rapidez, si se da el fenómeno contario
crucemos los dedos pues el vino carecerá de calidad; la burbuja gorda, torpe y
separada no le tiene que dar confianza.
Eso si beba y coma, no la
emprenda con la botella sola, pues un vino que al igual que las burbujas sube
rápidamente a la cabeza. Y para ser feliz y hacer felices a los demás y poder
brindar con coherencia hay que estar sobrio y apreciar con los cinco sentidos
las grandes virtudes de este gran vino.
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