La Cabrera ha dado su banderazo
de salida en Santa Cruz, en lo que en el argot gastronómico llamamos “trainning
time”.
Esta parrilla, magníficamente
ambientada, para que la disfrute toda la familia al estilo argentino, está
entre los mejores restaurantes del mundo, viene para quedarse en Bolivia de la
mano de un grupo de empresarios que han confiado en Inés España como capitana
del proyecto.
El local envidiable, hecho a
conciencia, está a la altura del
producto, ahora en estas semanas se están ajustando todos los por detalles, y
no es momento pues de lanzar críticas cuando un local está en estos arreglos,
pues todo restaurante necesita, cuando empieza, como mínimo un mes para ir
regulando los tiempos, logística, coordinación… etc Lo único que he podido
constatar es que si el primer día de ajustes está así de genial, que será
dentro de unas semanas con todo rodado.
Gastón Riveira, su creador ha
estado estos días en Santa Cruz en esta puesta en marcha de “La Cabrera cruceña”
para que sea fiel a sus principios. Con una apuesta en carne segura, con un
“ojo de bife” que es una de las estrellas, a buen precio para disfrutar con la
comida lúdica, acompañada de unos postres espectaculares. No les descubro más
secretos, pues lo bonito es experimentar la magia de La Cabrera “in situ” y en
directo.
Donde hay carne hay buen vino, el
local contará además de marcas argentinas cuenta con la marca nacional Campos
de Solana, con su Trivarietal 2011
condecorado como uno de los 250 mejores vinos del mundo.
El local de Santa Cruz, será el
noveno que abre en el mundo, además de los cuatro locales de Buenos Aires hay
que sumar, el de Lima, Santiago de Chile, Asunción y Filipinas. Como he dejado escrito en el plato decorativo
de mi primer ágape en este restaurante, “La vida es lo que sucede entre las
comidas que uno hace en la Cabrera” pues que uno va la primera vez y seguro que
vuelve.
VERSIÓN PAPEL "EL DEBER":
VERSIÓN PAPEL "EL DEBER":