Desde hace unos meses varios
lectores, me han aconsejado que empiece a escribir crónicas sobre locales de
Burger.
Al igual que tuvimos una invasión
de sushis ahora tenemos una gran epidemia de hamburguesas. Santa Cruz se esta
convirtiendo en la capital de la Hamburguesa de Sudamérica.
Esta patología se debe en parte a
los ciclo-carritos de fast food y sobre todo a la moda de los Food trucks que invaden los patios de comidas
y las veredas urbanas ofreciendo miles de formulas de este gustoso manjar.
Hace aproximadamente un año
escribí en esta misma columna, mi única crónica sobre este tipo manjar, que en
otras culturas dejo de ser gourmet para entrar en la comida chatarra y en este
tierra todavía podemos encontrar verdaderas joyas, gracias a nuestra carne
cruceña.
A mi parecer esta carne picada
aderezada con “secretitos de la abuela” a la brasa, frita o al horno, puede llegar
a ser una verdadera una obra de arte.
Este Picasso de la carne lo
descubrí en “La Gaira”, en una perpendicular de canal Isuto. Desde hace unos
meses abandono el primitivo tugurio y abrió un atractivo montaje de conteiners
y terraza en la San Martin cerca del Fidalga.
En la Gaira resuena el vallenato
y se come el patacón, como en su ciudad de origen colombiana, tiene una
decoración “cool” de máquinas de coser, botellas, bicicletas y sombreros
vueltiao.
Y se come con las manos las
chuletas de chancho ahumado y las mejores hamburguesas, quizá exagere, del
mundo.
Ahí “donde la hamburguesa se
convierte en obra de arte” propia del Louvre o del Museo del Prado, también
podés disfrutar de Langostinos tropicales, thai o tempura. Bolitas de carne
alemana y la novedad de los Chilaquiles ya sea con salsa verde o roja. Y eso si
siempre con autenticas cervezas de Sir Pieper y Prost. Y en cuanto a tragos
pide un Chuflay de Casa Real para empezar y un Whisky Car Bom para terminar. La
Gaira un lugar donde te seduce solo al entrar.
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