viernes, 9 de diciembre de 2016

POR QUE CIERRAN LOS RESTAURANTES


Quiero hoy repasar algunos de los abusos más comunes que se producen restaurantes y hacen que estos,  algunos con muy buena comida, no remonten el vuelo y acaben cerrando.
Por ejemplo el morir esperando a que le tomen nota;  si yo llego a un restaurante y pasan más de 5 minutos y el mozo no se ha dirigido a mí, me levanto y me voy.  Morir esperando la bebida, el primer plato o la cuenta. Acuérdese de aquel dicho “Quien espera desespera y lógicamente no se lleva buen recuerdo del local, y no regresa”. Así pues un servicio con retrasos y con mala coordinación entre sala y cocina nos puede causar auténtica desesperación. Este es uno de los típicos errores de los restaurantes novatos.
En estos casos algunos valoran irse sin pagar o presentar una hoja reclamación, y ahora lo que es peor: usar las redes sociales para explicar lo que nos ha pasado.  Es una cuestión de sentido común. Si no quejamos ante estos despropósitos, ante restaurantes que se creen la “mama de Tarzán” y son unos desastres, nunca mejoraran y les estamos haciendo un flaco favor al sector.
Otro de los errores de los principiantes es dar gato por liebre, yo he visto un restaurante del interior ofrecer langosta y no era langosta;  era cascara de langosta rellenada de pollo con abundante salsa golf.
Y no digamos cuando en estos locales ir al baño, una experiencia sólo para valientes. Creo que todo esto pasa porque no tenemos cultura gastronómica y no hay una guía que nos diga a ciencia cierta lo que pasa de verdad en los restaurantes bolivianos.
Por esos motivos y porque hemos recibido esta petición de nuestros lectores, nos comprometemos a elaborar en 2017 la primera guía gastronómica para Santa Cruz, al estilo Michelin para acotar estos asuntos que aquí citamos sin contraprestaciones comerciales y escrita con parámetros exclusivamente profesionales ya que de lo contrario perderíamos la objetividad.

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