jueves, 28 de enero de 2016

LA CABRERA PARA IR Y VOLVER Y NO ABURRIRSE.

La Cabrera ha dado su banderazo de salida en Santa Cruz, en lo que en el argot gastronómico llamamos “trainning time”.
Esta parrilla, magníficamente ambientada, para que la disfrute toda la familia al estilo argentino, está entre los mejores restaurantes del mundo, viene para quedarse en Bolivia de la mano de un grupo de empresarios que han confiado en Inés España como capitana del proyecto.
El local envidiable, hecho a conciencia,  está a la altura del producto, ahora en estas semanas se están ajustando todos los por detalles, y no es momento pues de lanzar críticas cuando un local está en estos arreglos, pues todo restaurante necesita, cuando empieza, como mínimo un mes para ir regulando los tiempos, logística, coordinación… etc Lo único que he podido constatar es que si el primer día de ajustes está así de genial, que será dentro de unas semanas con todo rodado.
Gastón Riveira, su creador ha estado estos días en Santa Cruz en esta puesta en marcha de “La Cabrera cruceña” para que sea fiel a sus principios. Con una apuesta en carne segura, con un “ojo de bife” que es una de las estrellas, a buen precio para disfrutar con la comida lúdica, acompañada de unos postres espectaculares. No les descubro más secretos, pues lo bonito es experimentar la magia de La Cabrera “in situ” y en directo.
Donde hay carne hay buen vino, el local contará además de marcas argentinas cuenta con la marca nacional Campos de Solana, con  su Trivarietal 2011 condecorado como uno de los 250 mejores vinos del mundo.
El local de Santa Cruz, será el noveno que abre en el mundo, además de los cuatro locales de Buenos Aires hay que sumar, el de Lima, Santiago de Chile, Asunción y Filipinas.  Como he dejado escrito en el plato decorativo de mi primer ágape en este restaurante, “La vida es lo que sucede entre las comidas que uno hace en la Cabrera” pues que uno va la primera vez y seguro que vuelve.

VERSIÓN PAPEL "EL DEBER":




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